Prólogo de ‘Crisol de Pareceres’
Tres inquietos profesores y una
periodista. Confieso que prologar este libro, en el que estos tres profesores,
con inquietudes más allá de la docencia, de pluma ágil y comprometida, recopilan muchos de los artículos publicados a
lo largo de su vida profesional, me causó cierto desasosiego pero también un
enorme agradecimiento. Me une a ellos no solo una vinculación periodística sino
también gran admiración por su trabajo. En el suplemento de Educación, que
coordino en Diario CÓRDOBA, desde 1987, han tenido las puertas abiertas para
publicar sus opiniones, siempre acertadas, sobre las preocupaciones e
inquietudes de cada momento. Análisis y pareceres de tres docentes que no han
dudado en salir del aula del instituto para transmitir sus ideas y
conocimientos en ese aula exterior que nos lee a través de los periódicos.
Sebastián Muriel Gomar y Casimiro
Jesús Barbado, desde la ciencia, y Antonio González Carrillo, desde la
Filosofía, han unido sus variadas reflexiones en este volumen, que seguro nos dará
a conocer a unos hombres de profundas convicciones que aportan sus opiniones
sobre temáticas muy variadas.
Sebastián Muriel, natural de
Alcaracejos, catedrático de Física y Química en el IES Medina Azahara, su
último lugar de trabajo, ha publicado en prensa escrita y blogs, pero este es
su primer libro. Su primer artículo lo publicó en Diario CÓRDOBA, el 24 de
diciembre de 1984, titulado ‘Los ajustes y reformas necesarias en el terreno de
la enseñanza’, donde abordó los cambios que se vislumbraban en la Formación
Profesional. Luego, durante décadas, el Suplemento de Educación fue la
plataforma para seguir mostrando sus análisis certeros, lo mismo que desde las
páginas de Opinión del periódico. Cuando me sugirió, junto a Casimiro, que
pudiéramos dedicar una sección a la ciencia, no lo dudé un instante, y abrimos
un espacio para la divulgación
científica. Ya ambos formaban parte de la Asociación del Profesorado de Córdoba
por la Cultura Científica, que ha luchado mucho por dar a la ciencia el lugar
que merece.
Ambos entienden que “la ciencia
es cultura”, y esta concepción, a veces olvidada por la ciudadanía pero también
por alguna parte del profesorado y de las administraciones, unida a un
compromiso por mejorar la enseñanza de las ciencias, los animó en el 2003,
junto a un grupo de profesores de profesores de Biología y Geología a promover
una campaña en defensa de esta asignatura, germen de la asociación que después
se constituiría, cuyo reto más importante fue la celebración de la actividad
‘Ciencias en la calle’, hoy Paseo por la
Ciencia.
Así pues,
muchos de sus artículos en el Suplemento de Educación se enfocaron en esta línea de divulgación
científica. Sebastián evoluciona en una tercera parte de su recopilación de
artículos de este libro y sus temas se enfocan a asuntos más cotidianos y algo
más de literatura, “pero el tufillo de lo pedagógico está siempre presente”,
confiesa. Para Sebastián Muriel, “esta obra sintetiza nuestra inquietud por aprender y por opinar”.
Las inquietudes de Casimiro Barbado, profesor de
Biología y Geología en el IES Miguel Crespo, de Fernán Núñez, han derivado a lo
largo de los años por tres claros temas: educación, cultura científica y
laicismo. Lamenta que muchos de los temas sobre los que ha reflexionado en el
ámbito de la educación no se hayan solucionado desde que empezó a formularlos
en el 2005, desde la lamentable situación de las enseñanzas científicas a la
necesidad de un pacto educativo. También escribió en el Suplemento de Educación
de Diario Córdoba varios artículos de divulgación científica, consciente del
“gran abismo” que encontraba entre las ciencias y las letras y la absurda idea
de entender que una persona es culta solo si ha leído a grandes de la
literatura y no por conocer los “enigmas” de la ciencia. El laicismo es otra de
sus preocupaciones, pero no como movimiento antirreligioso, sino como lucha
hacia un estado aconfesional y una enseñanza pública libre de influencia
religiosa.
Antonio
González Carrillo, profesor de Filosofía nacido en Villaharta, la tercera pata
de este “triunvirato” docente, empezó a dar clases en el curso 1979-80 y tras
pasar por centros en Valencia, Zaragoza o Melilla recaló en Córdoba, en los IES
López Neyra, Trassierra y Alhaken II, en la capital, así como en los institutos
de Fernán Núñez, Puente Genil y Posadas. También sus inquietudes traspasaron
pronto los límites del aula y empezó a publicar artículos en revistas
especializadas de Filosofía, de pedagogía y arte, así como en periódicos
locales, como Diario CÓRDOBA, donde ha dejado plasmadas muchas de sus
reflexiones en el Suplemento de Educación y en las páginas de opinión. Este
libro confiesa que supone una especie de “biografía intelectual”.
Antonio
González aborda tanto temas de Filosofía, materia de la que ha sido docente más
de 30 años, como de política, literatura o artes. Comienza con un artículo
instando a releer a Ortega puesto que “su pensamiento sigue siendo hoy un
mensaje refrescante en el mundo de la cultura”, y continúa con Castilla del
Pino, Descartes, Habermas o Karl Popper.
Su inquietud
cultural la plasmó también en el Gran Teatro, donde fue creador, director y
coordinador de la revista El Paraíso. Así también dedica algunos artículos al
teatro, a Leo Brower, que fue director de la Orquesta de Córdoba, o a Dylan, al
que llama ‘trovador eléctrico’.
En
definitiva, un volumen para conocer pareceres diversos sobre asuntos de plena
actualidad, reflexiones sobre la educación, la ciencia y la cultura, análisis claros
y acertados de tres amigos docentes, comprometidos con Córdoba y el mundo.
Carmen Aumente, Redactora Diario Córdoba.
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