Páginas

sábado, 21 de septiembre de 2019

Pareceres

Prólogo de ‘Crisol de Pareceres’
       Tres inquietos profesores y una periodista. Confieso que prologar este libro, en el que estos tres profesores, con inquietudes más allá de la docencia, de pluma ágil y comprometida,  recopilan muchos de los artículos publicados a lo largo de su vida profesional, me causó cierto desasosiego pero también un enorme agradecimiento. Me une a ellos no solo una vinculación periodística sino también gran admiración por su trabajo. En el suplemento de Educación, que coordino en Diario CÓRDOBA, desde 1987, han tenido las puertas abiertas para publicar sus opiniones, siempre acertadas, sobre las preocupaciones e inquietudes de cada momento. Análisis y pareceres de tres docentes que no han dudado en salir del aula del instituto para transmitir sus ideas y conocimientos en ese aula exterior que nos lee a través de los periódicos.
       Sebastián Muriel Gomar y Casimiro Jesús Barbado, desde la ciencia, y Antonio González Carrillo, desde la Filosofía, han unido sus variadas reflexiones en este volumen, que seguro nos dará a conocer a unos hombres de profundas convicciones que aportan sus opiniones sobre temáticas muy variadas.
       Sebastián Muriel, natural de Alcaracejos, catedrático de Física y Química en el IES Medina Azahara, su último lugar de trabajo, ha publicado en prensa escrita y blogs, pero este es su primer libro. Su primer artículo lo publicó en Diario CÓRDOBA, el 24 de diciembre de 1984, titulado ‘Los ajustes y reformas necesarias en el terreno de la enseñanza’, donde abordó los cambios que se vislumbraban en la Formación Profesional. Luego, durante décadas, el Suplemento de Educación fue la plataforma para seguir mostrando sus análisis certeros, lo mismo que desde las páginas de Opinión del periódico. Cuando me sugirió, junto a Casimiro, que pudiéramos dedicar una sección a la ciencia, no lo dudé un instante, y abrimos un espacio  para la divulgación científica. Ya ambos formaban parte de la Asociación del Profesorado de Córdoba por la Cultura Científica, que ha luchado mucho por dar a la ciencia el lugar que merece.

       Ambos entienden que “la ciencia es cultura”, y esta concepción, a veces olvidada por la ciudadanía pero también por alguna parte del profesorado y de las administraciones, unida a un compromiso por mejorar la enseñanza de las ciencias, los animó en el 2003, junto a un grupo de profesores de profesores de Biología y Geología a promover una campaña en defensa de esta asignatura, germen de la asociación que después se constituiría, cuyo reto más importante fue la celebración de la actividad ‘Ciencias en la calle’,  hoy Paseo por la Ciencia.
       Así pues, muchos de sus artículos en el Suplemento de Educación  se enfocaron en esta línea de divulgación científica. Sebastián evoluciona en una tercera parte de su recopilación de artículos de este libro y sus temas se enfocan a asuntos más cotidianos y algo más de literatura, “pero el tufillo de lo pedagógico está siempre presente”, confiesa. Para Sebastián Muriel, “esta obra sintetiza nuestra inquietud por aprender y por opinar”.
       Las inquietudes de Casimiro Barbado, profesor de Biología y Geología en el IES Miguel Crespo, de Fernán Núñez, han derivado a lo largo de los años por tres claros temas: educación, cultura científica y laicismo. Lamenta que muchos de los temas sobre los que ha reflexionado en el ámbito de la educación no se hayan solucionado desde que empezó a formularlos en el 2005, desde la lamentable situación de las enseñanzas científicas a la necesidad de un pacto educativo. También escribió en el Suplemento de Educación de Diario Córdoba varios artículos de divulgación científica, consciente del “gran abismo” que encontraba entre las ciencias y las letras y la absurda idea de entender que una persona es culta solo si ha leído a grandes de la literatura y no por conocer los “enigmas” de la ciencia. El laicismo es otra de sus preocupaciones, pero no como movimiento antirreligioso, sino como lucha hacia un estado aconfesional y una enseñanza pública libre de influencia religiosa.
   
   Antonio González Carrillo, profesor de Filosofía nacido en Villaharta, la tercera pata de este “triunvirato” docente, empezó a dar clases en el curso 1979-80 y tras pasar por centros en Valencia, Zaragoza o Melilla recaló en Córdoba, en los IES López Neyra, Trassierra y Alhaken II, en la capital, así como en los institutos de Fernán Núñez, Puente Genil y Posadas. También sus inquietudes traspasaron pronto los límites del aula y empezó a publicar artículos en revistas especializadas de Filosofía, de pedagogía y arte, así como en periódicos locales, como Diario CÓRDOBA, donde ha dejado plasmadas muchas de sus reflexiones en el Suplemento de Educación y en las páginas de opinión. Este libro confiesa que supone una especie de  “biografía intelectual”.
Antonio González aborda tanto temas de Filosofía, materia de la que ha sido docente más de 30 años, como de política, literatura o artes. Comienza con un artículo instando a releer a Ortega puesto que “su pensamiento sigue siendo hoy un mensaje refrescante en el mundo de la cultura”, y continúa con Castilla del Pino, Descartes, Habermas o Karl Popper.
      Su inquietud cultural la plasmó también en el Gran Teatro, donde fue creador, director y coordinador de la revista El Paraíso. Así también dedica algunos artículos al teatro, a Leo Brower, que fue director de la Orquesta de Córdoba, o a Dylan, al que llama ‘trovador eléctrico’.
En definitiva, un volumen para conocer pareceres diversos sobre asuntos de plena actualidad, reflexiones sobre la educación, la ciencia y la cultura, análisis claros y acertados de tres amigos docentes, comprometidos con Córdoba y el mundo.
 Carmen Aumente, Redactora Diario Córdoba.

No hay comentarios: