El Jardín de las Delicias, del El Bosco |
Esta colabración la envié al Córdoba el 24 de abril, cuando la Junta no había sacado a la luz su decretazo del 15 de mayo, mediante el que nos amenazaba con recortar los sueldos a los funcionarios/as y aumentar las horas lectivas al profesorado. Posteriormente, lo retoqué y se lo envié de nuevo al redactor del Córdoba, tras hablar con él por teléfono.
El día 22, gran parte del profesorado en España y en Andalucía va a la huelga y sale a la calle para protestar por los recortes y el 25 de mayo me entero por la prensa de que la Junta aplaza su plan de ajuste para negociar con los sindicatos.
Decido finalmente que, dadas las circustancias, hay que publicarlo en mi blog. Y aquí está la segunda versión. Espero que os guste. (*)
Finales de 2005, año del cuarto centenario de “El Quijote” y de los 100 años de “la Teoría de Relatividad”. Miguel de Cervantes, Albert Einstein y Cándida Martínez se detienen exhaustos en Granada, tras visitar ¡todos! los colegios e institutos de Andalucía. En la ciudad de la Alhambra, la Consejera de Educación anuncia, ante los reyes de la Cultura Universal, unas excelentes noticias para las Ciencias y las Letras. Respecto a las primeras presenta un documento inicial denominado Educación y Cultura Científica 2005, que se debate y modifica en 2006 y se publica en 2007 bajo un ambicioso lema: “Otra enseñanza de las Ciencias es necesaria y posible”. El documento final contempla la “Estrategia andaluza para la mejora de la cultura científica y tecnológica”, “la creación de un observatorio encargado de evaluarla” y “la incorporación gradual de la alfabetización científica al sistema educativo andaluz”. (Respuesta oral de la Consejera el 7 de septiembre de 2006)
El día 22, gran parte del profesorado en España y en Andalucía va a la huelga y sale a la calle para protestar por los recortes y el 25 de mayo me entero por la prensa de que la Junta aplaza su plan de ajuste para negociar con los sindicatos.
Decido finalmente que, dadas las circustancias, hay que publicarlo en mi blog. Y aquí está la segunda versión. Espero que os guste. (*)
Finales de 2005, año del cuarto centenario de “El Quijote” y de los 100 años de “la Teoría de Relatividad”. Miguel de Cervantes, Albert Einstein y Cándida Martínez se detienen exhaustos en Granada, tras visitar ¡todos! los colegios e institutos de Andalucía. En la ciudad de la Alhambra, la Consejera de Educación anuncia, ante los reyes de la Cultura Universal, unas excelentes noticias para las Ciencias y las Letras. Respecto a las primeras presenta un documento inicial denominado Educación y Cultura Científica 2005, que se debate y modifica en 2006 y se publica en 2007 bajo un ambicioso lema: “Otra enseñanza de las Ciencias es necesaria y posible”. El documento final contempla la “Estrategia andaluza para la mejora de la cultura científica y tecnológica”, “la creación de un observatorio encargado de evaluarla” y “la incorporación gradual de la alfabetización científica al sistema educativo andaluz”. (Respuesta oral de la Consejera el 7 de septiembre de 2006)
Por aquellas fechas, nuestro reciente e ilusionado colectivo comienza a trabajar en el análisis de la
situación de las enseñanzas científicas y en la propuesta de medidas para
mejorar su calidad, sustentadas en tres
principios irrenunciables: La realización de desdobles de prácticas, como en otras CCAA; el aumento de su carga horaria, muy inferior a
la de los países de nuestro entorno y la puesta en marcha de cambios
metodológicos. Y en este contexto nace, en 2006,
nuestro Paseo por la Ciencia, con una
consigna que trascendería las siete convocatorias celebradas hasta la
fecha: “Hacemos en la calle lo que no
podemos hacer en nuestros centros”. (Hoy no puedo dejar de pensar en lo
paradójico que resuenan estas palabras, pues difícilmente pueden hacerse
experimentos en la calle, sin que se preparen antes en las clases… por un
puñado de alumnos/as voluntarios/as).
El tiempo confirma que aquellas promesas eran
fuegos de artificio: Una representación teatral para captar la atención
de la prensa y de los ingenuos ciudadanos/as. En 2007 se aprueba también la Ley de Educación de Andalucía. Nuestra asociación
critica que no contemple la necesidad de introducir metodologías
innovadoras y cambios curriculares para paliar las dificultades en las
asignaturas de Ciencias y la disminución de las vocaciones científicas y que no
refleje la importancia del aprendizaje
basado en la experimentación ni los alarmantes déficits de formación científica
de nuestro alumnado, puestos de manifiesto en los informes PISA.
Nuestras tertulias y artículos se
suceden mes a mes. En cada Paseo recordamos
la necesidad de potenciar las Ciencias. La UCO se sube al carro de nuestras
reivindicaciones. Comenzamos a mantener contactos para crear una Casa de las Ciencias y, en 2012, redactamos
un borrador de proyecto. Pero siempre
con los pies en la tierra.
El tiempo pasa, la crisis se
acentúa y los mercados se imponen. Nos anuncian recortes, amenazando con la intervención de las CCAA rebeldes. Nos dicen
que son inevitables, aunque sabemos que existen
fuentes de ingresos y de ahorro alternativas, que el Gobierno no se atreve a explorar. A primeros
de abril de 2012, el Ministro de Educación propone/ impone un recorte brutal, una
suerte de “penúltimo susto” con sabor a PP: Subidas de la ratio del 20 %, para mejorar, de paso, la socialización
del alumnado -lo que suena a sarcasmo, por no decir algo políticamente
incorrecto, en justa simetría; el aumento de las horas lectivas, con la
disminución en paralelo de los
desdobles, las tutorías y otras tareas docentes
y, en consecuencia, la expulsión del sistema de miles de interinos. Mientras insiste, en un ejercicio de cinismo, que la calidad
de la enseñanza pública está garantizada. Finalmente, el 15 M entra en escena la
Junta con su primaveral hachazo a medias: ¿Más horas para el profesorado, pero sin tocar las ratios? Y yo, humilde y doblemente
recortado profesor de Secundaria me sigo
preguntando cómo se aprenden las Ciencias, si no se practican.
Si eran malos tiempos para las enseñanzas
científicas, los recortes en Educación son la puntilla para el modelo que
defendemos. Y voy más allá: Significan el derrumbe de la Educación Pública, por no hablar de la
Sanidad o de las Prestaciones Sociales.
Siete años no son nada en una
historia colectiva, pero analizados con cierta perspectiva, no se me ocurre
otra cosa que describir nuestro
movimiento reivindicativo como un paseo
por las nubes de la esperanza, transformado
en travesía por los desiertos de la
Administración y, en el futuro más cercano,
en un descenso a los infiernos de las carencias educativas. Solo me queda por decir, esperando
con escepticismo los BOJAS estivales y sin
abandonar el laicismo militante: ¡Virgencita,
que nos quedemos como estamos!
(*) Los enlaces no figuran en la colaboración enviada al Diario.
(*) Los enlaces no figuran en la colaboración enviada al Diario.
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